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domingo, 7 de diciembre de 2014

Lactancia materna, ¿un placer o un infierno?

Como todas las mujeres que van a ser mamás, sueñan con un parto corto y sin dolor, un bebe que coma y duerma, coma y duerma.... y por supuesto darle el pecho.
 
¡¡Que machaque te pegan en las clases de preparación al parto!!! Si te preguntaran, qué has aprendido en ellas, de lo único que podrías hablar es de lo beneficioso que es dar el pecho, cómo colocar al bebe para darle el pecho, cuándo darle el pecho,..... pecho, pecho y pecho. Y yo me pregunto, ¿para qué llaman  a las sesiones preparación al parto? si no te preparan para ello....
 
Tienes tantas dudas...., pero...... para cuándo las respiraciones, cómo empujar, que postura es la mejor, como aliviar el dolor, que es la epidural y qué efectos tiene, cuándo puedes pedirla, cómo comportarse, cómo saber que es lo que está bien y lo que no debes permitir que te hagan... vamos que de lo importante nada de nada.... Eso sí, te han hecho ver dos millones de películas de como dar a luz en casa, ¿para qué? si a ti te van a llevar a un hospital donde te dejan allí sola ( bueno con tu marido que para el caso es lo mismo, porque el pobre lo único que sabe decir es tranquila y respira), y te tratan como si fueras imbécil, ¡con una frialdad!. Entran a la horrible habitación cada muchíiiisimo tiempo para decirte: así, sin empujar no vamos a ningún  sitio, y si te duele es normal, ¿a que crees que has venido?.... pufff te queda un buen rato, así es que venga.... Sale de la habitación y le digo a mi marido vale.... genial... ¿qué hago?, ¿cómo empujo, aquí tumbada, sin poder agarrarme a ningún sitio? y deja de decirme que respire que no funciona.....
 
El caso es que después del parto, que ya es tarea ardua....(dejémoslo ahí) cuando ya tienes a tu bebe en brazos te dicen: ale.... póntelo al pecho...., y piensas: ¡ah vale esto es fácil! ....meeeeeeeeccc.... error....., ¿fácil? una mierda.
 
Bueno, supongo que a algunas les parecerá fácil (chicas, de verdad, sois muy afortunadas), pero a mi me supuso una pesadilla que a día de hoy recuerdo y me da pavor. Era ponerme a la niña al pecho y querer tirarla por la ventana, ¡¡¡qué dolor!!!! insoportable. La enfermera venía me estrujaba los pechos haciéndome un daño terrorífico y me decía: es que la estas poniendo mal, porque si las pusieras bien no tendría que dolerte,.... chica te quejas por todo. Te han hundido para siempre en la miseria..... ¡pufff! directo a la patata, con lo sensible que estás en ese momento, ¡qué delicadeza!, ¡qué bien "llevao"!..... ale hasta esto lo haces mal ... lo único que se supone que no tiene complicación, vamos que no hay que ir a la universidad...  
 
De eso nada,.... no había forma humana, la leche no salía, la niña no paraba de llorar y mis pezones parecía que iban a estallarme. Una y otra y vez y nada, más llanto y más desesperación y todos pendientes claro,..... ¿ya? ¿ya ha cogido el pecho?.... parece que eso es lo más importante del mundo mundial.
 
Después del daño que me había hecho la enfermera estrujando, cualquiera le decía que no lo había conseguido..... jamás, otro estrujón noooo. Dos días en el hospital larguísimos vamos, con mogollón de visitas, todos con las misma preguntita : yyyyyy.... ¿le das el pecho noooo? Al siguiente que lo pregunte le tiro con la caja vacía de bombones. Cuando, en realidad, es que eso, precisamente, les importa muy poco, pero es así, y si encima les dices que no, uy les cambia el tono, la mirada y parece que eres una bestia salvaje y que maltratas a tu hijo, o peor aún, una moderna despegada que no se ocupa de sus hijos, vamos que los va a dejar por ahí desatendidos. Así es que, entre visita y visita te metes en el baño, lloras sin parar y rezas para que no llegue la hora de poner otra vez al pecho a la niña, después de oír cincuenta veces lo beneficioso que es para el bebe la leche materna, que no se va a poner malito en la vida con ella y que a ti te va a venir genial para quitarte ese mogollón de kilos que te han quedado.
 
Cuando llegué a casa, supuse que la cosa mejoraría, que estaría más tranquila, y con la ayuda del saca-leches pues...... pues nada, un horror, dolor, dolor y dolor.... Pero lo malo no es el dolor, sino la obsesión que tienes, las horas y horas llorando y con un cargo de conciencia tremendo. No era capaz de dar de mamar a mi bebe, ¡pufff! era algo que me mataba por dentro. Y así me tiraba todo el día, de mal humor, llorando y empeñada en conseguir darle el pecho a mi hija.
 
Soy de las que defienden la lactancia materna, supongo, que es lo más bonito, lo más sano y lo mejor, pero amiga, no puede convertirse en un infierno, causar depresión, amargar los primeros días junto a tu bebe. En el preciso momento en que esto ocurre, no lo dudes, dale un biberón. Ha pasado un mes...., han pasado quince días...., no importa..., no merece la pena tanto sufrimiento.
 
Muchas veces cuando lo pienso, lo comparo con los partos en los que te dejan ahí horas y horas empujando, para al final, pero muy al final y de urgencia, hacerte una cesárea. Está claro hay que intentarlo, sí, pero cuando ya se ve que no se puede, no se puede, y por ello no eres ni mejor ni peor madre.
 
No conozco a ningún niño que no se haya criado bien a base de biberones de leche de fórmula. Y si no, ¡señores!, preparen algo más natural para los bebes cuyas madres, muy a su pesar, no somos capaces de darles el pecho. Parece mentira que en los tiempos en los que estamos nadie comercialice leche natural, para bebes. No creo que sea tan difícil. Además ahora está de moda pagar cifras exageradas por todo lo en lo que ponga "natural", jugando suciamente con la conciencia de los padres. No hace tanto tiempo, me cuenta mi abuela que a los niños que les pasaba esto, se les alimentaba a base de leche de burra o leche de cabra y todos salían adelante y bien sanos. Quizá a las grandes empresas de leche de fórmula y farmacéuticas, no les interese y les resulte más fácil vendernos polvos que ni entendemos su composición, vete a saber lo que llevan.
 
No he tenido la suerte de dar el pecho más de veinte días en ninguno de mis dos partos. No conozco la experiencia tan maravillosa que eso conlleva, según me cuentan algunas de mis amigas que sí lo han conseguido, pero lo que sí he visto y he sentido es la angustia de no poder hacerlo, el agobio al que te somete el mundo a tu alrededor porque no eres capaz de hacerlo, pero sobre todo la incomprensión total de que aquello supuso para mi un sufrimiento brutal. Nadie se para a pensar que la persona que peor lo pasa en ese momento, eres tú, su madre.
 
En fin chicas, que para todo hay solución en esta vida, que el tiempo pasa muy rápido y que cuando te quieres dar cuenta eres abuela, y ves a tus hijas pasando por el mismo calvario que tú, porque.... una cosa tengo clara, en estas cosas del parto, y como dirían algunos, en estas cosas de mujeres, nada cambia, todo sigue igual o incluso peor. Así es que la única forma de mejorar la situación, es que a ellas no les falte alguien que les diga: tranquila.... lo estás haciendo muy bien.... eres su madre, la única y la mejor persona que le atenderá siempre.
 
Os dejo, me toca biberón.
 

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